Estimular los cinco sentidos

Nuestros sentidos son los que nos ponen en contacta con el mundo exterior, pero ¿realmente les sacamos todo el provecho? Incluso, ¿sabemos controlarlos? Aquí te dejamos un listado de recomendaciones para reconectar con ellos.    Caminar descalzos por el jardín   Sentir el contacto directo c...

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Nuestros sentidos son los que nos ponen en contacta con el mundo exterior, pero ¿realmente les sacamos todo el provecho? Incluso, ¿sabemos controlarlos?

Aquí te dejamos un listado de recomendaciones para reconectar con ellos.

 

    1.  Caminar descalzos por el jardín

 

Sentir el contacto directo con la tierra y el tacto de la hierba bajo nuestros pies hace que el cuerpo se relaje al activarse el sistema nervioso parasimpático, produciendo una disminución de los síntomas de estrés, la frecuencia cardíaca y respiratoria, la secreción de hormonas y la tensión arterial. También ayuda a fluir la energía interior haciendo que se equilibre y armonice.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  1. Un buen masaje

 

Notar el contacto de unas manos profesionales sobre nuestro cuerpo hace que la musculatura se relaje provocando una circulación sanguínea más activa, eliminando de esta manera las toxinas de nuestra sangre. Las cremas y aceites sobre nuestra piel, o unas pindas calientes (sacos de seda con semillas) sobre nuestra espalda contribuyen a la relajación y a liberar tensiones y molestias. En un masaje no sólo activamos el sentido del tacto, sino que los olores de los aceites, la música relajante y las luces de las velas hacen que todo nuestro cuerpo perciba el mundo exterior por cada sentido. Ver el listado de masajes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  1. Abrazar un árbol o hacer un baño de bosque

 

Abrazar un árbol y notar las rugosidades de su corteza o caminar pausadamente por un bosque provocan que los sentidos cotidianos, vista, oído, tacto … entren en un ritmo más tranquilo y se activen áreas del cerebro relacionadas con el placer y las emociones.

Escuchar los silencios y sonidos del bosque para aprender a distinguir de donde provienen, como el canto de los pájaros, el sonido de una rama seca o el movimiento de las hojas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  1. Cerrar los ojos y observar nuestro interior

 

La vista es el sentido más predominante por eso es importante cerrar los ojos para poder agudizar los otros sentidos. Sentir el latido de corazón, las pulsaciones o la respiración, tomar un momento para hacer un acto de conciencia y mirar nuestro interior.